Leslie Anaí de la Cruz Guzmán, de 22 años, se graduó hace un mes en Administración de Empresas en la Universidad Católica del Ecuador, sede Ibarra. En vez de buscar trabajo y empezar a ganar dinero, ha decidido dejar de lado sus propios planes para dedicarse por un año entero a los demás.
“Voy a viajar a Bolivia, a un pequeño pueblo cerca de Santa Cruz,” nos cuenta. “Me siento nostálgica, contenta, con muchos sentimientos encontrados, porque será un año lleno de experiencias. Sé que conoceré personas que me enseñarán nuevas anécdotas de vida, pero al mismo tiempo dejo a mi familia… Esa parte me provoca nostalgia, aunque también felicidad por las vivencias que me esperan.
¿Mi motivación? Una es el apoyo de las Misioneras Identes y de la universidad, que durante toda mi formación estuvieron presentes, acompañándome y fortaleciendo la presencia de Dios en mi vida. También cuento con el apoyo de mis padres y de mi familia, que nunca me han dicho que no y siempre me han animado: ‘Si tú quieres, te apoyamos y adelante, hazlo.’
A otros jóvenes les aconsejo: ¡Dejen el miedo de lado y aprovechen todas las oportunidades que Dios presenta para vivir una vida mejor! Estoy convencida de que esta experiencia en Bolivia me ayudará a forjar mi vida, a descubrir lo que realmente quiero y a tener a Dios más presente en mi existencia.”
Sara Escobar, quien coordina el Voluntariado Idente Internacional en Ibarra, explicó:
“Ese es nuestro objetivo y nuestra misión: promover en los jóvenes la vida de generosidad y servicio. En medio de tantos jóvenes, una ha dado el paso. Para Leslie, un momento especial de crecimiento. Hay que dejarle mucha libertad y gracia para que pueda ser generosa y servir.”
En la misa de envío de Lesly, en la que también se celebraba el cumpleaños de Fernando Rielo, fundador de las misioneras y los misioneros identes, Theo Wenzel, m.Id, de visita desde la provincia de Berlín, concluyó la homilía con esta petición – para Lesly y cada uno de nosotros:
“Pido a Dios Padre en este momento que nos conceda a todos, cada día más, esta intención, esta certeza, esta posibilidad de pronunciar la Palabra Padre y de anunciar lo que Él nos ha dejado, a su imagen y semejanza: ser y vivir la mística Caridad de la Divina Caridad.”
