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Visita la provincia de Cádiz (España) el Superior General de los misioneros Identes. Un don de paz y visión

By 29 septiembre, 2017octubre 9th, 2017No Comments

Del 18 al 21 de Septiembre 2017 el Superior General de los misioneros identes, Luis Casasús, ha visitado Cádiz (España). Nuestro hermano Luis fue recibido y despedido por los delegados territoriales, Luis Sánchez y Manoli Blasco, acompañados de toda la comunidad de misioneras y misioneros. En días de intenso trabajo de preparación y reuniones de las actividades parroquiales y misioneras (apostólicas y de cátedra) para el curso que se inicia en octubre, la convivencia con nuestro Superior General ha sido un don entrañable de paz y visión. Ha visitado las comunidades, conoció la Parroquia del Buen Pastor, administrada por nuestra comunidad idente, presidió tres misas concelebradas en la Parroquia de María Auxiliadora, también bajo nuestra administración, dos de ellas de exequias, manifestando después los asistentes una profunda gratitud por la esperanza y misericordia en nuestro Padre Celestial experimentada en las palabras que les dirigió nuestro hermano. Visitó al padre de nuestra hermana Juana Sánchez-Gey, que estaba ingresado en el hospital; comimos junto con las misioneras en su despedida. Han sido días en que con su ejemplo nos ha animado, instruido, renovado y confirmado a todos los que hemos disfrutado con su presencia. “Hace fácil el vivir el Evangelio”, “habla con gran sencillez y claridad mirando a los ojos”, han sido expresiones que nos han manifestado varias de las personas con las que  se encontró en su visita.

El martes 19, a las 8 de la tarde, hubo un encuentro preparado junto con las misioneras en el salón parroquial de la parroquia María Auxiliadora. Asistieron unas 40 personas. En un ambiente entrañable, y tras la presentación y saludos, habló brevemente de la Familia Idente y del carisma idente. El tema central fue la Oración y la llamada a cada uno de los presentes a ser apóstoles orantes, a entrar en el diálogo con las personas divinas, e invitar a alguien a que nos acompañe en la oración aunque no sea creyente o profese otra confesión religiosa, y a ser perseverantes aunque nos parezca no ver los frutos, a la vez que pidiendo al Espíritu Santo el don del discernimiento. En este sentido, compartió testimonios vividos que reflejaban la fuerza de la oración. También aludió a la vida apostólica de las parroquias identes de Nueva York para resaltar la inquietud que late en el corazón humano, que insatisfecho busca la trascendencia. Por ello, se trata de que ayudemos a las personas desde ese anhelo que sienten, porque lo material no llena. Respondió a las preguntas que le hicieron sobre la forma de llegar a los otros, y sobre el compromiso que Cristo nos pide, poniendo el acento en la necesidad de orar y de confesar nuestra fe ante los demás.