El domingo 12 de enero de 2020 en la catedral de Rancagua (Chile) Monseñor Luis Fernando Ramos, Administrador Apostólico de la diócesis, concedió a nuestro hermano Luis Carlos Riaño Sanabria la ordenación diaconal. La ceremonia coincidió con un curso de formación de superiores que se estaba llevando a cabo en el Monasterio Nuestra Señora de la Vida Mística, en Graneros (Rancagua), donde vive nuestro hermano Luis Carlos. Concelebró con el obispo el presidente de nuestra Institución, p. Jesús Fernández Hernández. Rancagua es la ciudad capital de la región O’Higgins, al sur de Santiago de Chile.
Monseñor Luis Fernando Ramos recordó en su homilía la centralidad del servicio en la Iglesia y en la vida del diácono. Recalcó que el servicio es un verdadero poder y que debe ejercerse siempre a imitación de Cristo, que sirvió hasta dar la vida por sus hermanos. Al final de la misa como respuesta a todos estos sentimientos espirituales, nuestro hermano Luis agradeció a las personas que a lo largo de su historia vocacional lo ayudaron en su formación. Agradeció también a su familia y pidió oraciones por su vocación.
Durante la celebración el p. Jesús Fernández dirigió unas palabras de agradecimiento a Monseñor Luis Fernando Ramos, considerándolo como un verdadero amigo de la Institución y un pastor dedicado a su rebaño. También se dirigió a nuestro hermano Luis Carlos diciéndole que las tres grandes columnas de la vida cristiana son el Evangelio, la oración y la Eucaristía, y que el diaconado significa amor y espíritu de servicio. Le pidió, asimismo, que sea un diácono que viva una vida de santidad, tal como nuestro padre Fundador, Fernando Rielo, recomendaba a sus hijos: “Con el sacrificio de su vida y de su fama”.
