En París, tuvimos la alegría de celebrar este 6 de diciembre la presentación de la edición francesa del libro Fernando Rielo: un diálogo en tres voces. Entrevistas con Marie-Lise Gazarian en el Collège des Bernardins. Su Eminencia el Cardenal André Vingt-Trois, Arzobispo Emérito de París, que prologó este libro y patrocinó el evento, nos honró con su presencia.
Varias voces se cruzaron para presentar a los invitados la vida, la poesía y la metafísica de Fernando Rielo. Camille Lacau Saint Guily, profesora del Instituto de Estudios Hispánicos de la Universidad de la Sorbona, especialista en filosofía española del siglo XX, orquestó las voces y presentó a los diferentes ponentes.
El Cardenal Vingt-Trois tomó la palabra el primero, echando un vistazo a la cultura contemporánea y a la experiencia mística de Fernando Rielo:
«¿Qué significa este carisma[idente] en nuestro tiempo? (…) La cultura clásica, humanista, se va borrando y se diluye o es sumergida por una cultura tecnológica y científica que evidentemente tiene sus cualidades y se interesa por la existencia del hombre, pero su predominio o exclusividad empobrece a la civilización (…) y la hace incapaz de sentir (…) o cultivar dimensiones importantes del ser humano. (…) Fernando Rielo es uno de los testigos de esta realidad que escapa a este enfoque técnico-científico. No es frecuente que la gente sea capaz de percibir esta dimensión trascendente. Es aún menos frecuente que sean capaces de expresarlo (…), de transmitirlo y de encontrar un lenguaje no sólo ordinario sino también poético. »
Luego fue la apasionada voz de Marie-Lise Gazarian, profesora de literatura española y latinoamericana en la Universidad de St. John, una de las instituciones católicas más antiguas de los Estados Unidos, quien relató cómo nació este libro de entrevistas con Fernando Rielo:
«En una voz que no parecía ser de este mundo, su alma me habló, me confió en una voz apenas audible, cómo su compañero de infancia era Dios en su cuna. »
«Fernando Rielo nos dice con sencillez y franqueza, con la pureza de los primeros años de un niño, su relación con el Creador. Este libro (…) es un vuelo hacia Él. »
«Hombre de contrastes, sembraba alegría a su alrededor, pero sufría de vivir, pues como Santa Teresa de Ávila quería morir en Dios: «Llévame contigo» Como artista que era, (…) hacía disfrutar de las bellezas estéticas a los que le rodeaban. No importaba dónde vivía, todo lo convertía en una verdadera joya. (…) Aunque nunca fue padre, dejó una familia innumerable, los misioneros lo consideraron como un «padre».
Nuestra hermana Juana Sánchez-Gey Venegas, profesora de filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, destacó los puntos claves de la metafísica, la antropología y la poesía de Fernando Rielo, recordando el origen de sus preguntas:
«En su juventud, Fernando Rielo se dedicó al estudio de la filosofía y la teología, observando que cada una de estas ciencias tenía una deficiencia:
– En cuanto a la filosofía, pensó que era excesivamente racionalista, abstracta, especulativa y que la raíz de esta deficiencia estaba en un principio lógico -el principio de identidad- en el que se basaba el pensamiento.
– En cuanto a la teología, señaló que explicaba bien, suficientemente, la forma de ser o proceder de las dos primeras Personas divinas, pero que la tercera procesión divina, es decir, la acción del Espíritu Santo ad extra, que es el principio de la inspiración, no había sido suficientemente minuciosa. »
«Para Fernando Rielo, la poesía es una palabra intuitiva, porque no se refiere a las demostraciones, sino al amor, a la relación que sólo se conoce por amor. Poiesis significa unión, unión sagrada y capacidad creativa».
Éric de Rus, profesor de filosofía y poeta, leyó extractos del Diálogo a tres voces sobre la creación y la poesía mística. Según él, la poesía está hecha para ser declamada. Por lo tanto, eligió dos poemas de la primera colección de Rielo, Dios y Árbol, y los presentó de esta manera:
«Me parece que la poesía de Fernando Rielo es mística por la tensión que existe entre lo relativo y lo absoluto que expresa. En mi opinión, en la presencia singular y fugaz de cada cosa nombrada (un ala, una rosa…)se oye la presencia inefable del Creador. »
La Superiora Provincial de Francia, que conoció personalmente a Fernando Rielo durante sus visitas a Francia de 1982 a 1985, destacó su figura paterna en un testimonio que le conmovió mucho. Concluye leyendo esta frase escrita por el Fundador en el libro de oro, el 15 de diciembre de 1985, antes de dejar París:
«Llevo conmigo desde esta visita y hora de mi vida la solicitud amorosa de nuestro Padre celestial: ver un poco de Él en vuestros pasos. »
Y para terminar como broche de oro, los misioneros cantaron cuatro poemas acompañados por Ricardo Eyzaguirre a la guitarra: Amigo, Une humilde pupille, Me alegro y Je ne veux pas. Los dos últimos se encuentran en el libro presentado, Un diálogo en tres voces (p. 42 y 132-133). La interpretación de estas canciones, en particular “Je ne veux pas”, cuya melodía y armonización se debe a E. Grégoire, despertó mucha emoción en el público. Agradecemos al Cardenal André Vingt-Trois, así como al Colegio de los Bernardinos, en la persona de Laurent Landete, por su acogida y confianza, y a todos los participantes en este acto, amigos de muchos años o invitados que se aventuraron por primera vez en las huellas del poeta, humanista, filósofo, místico y fundador Fernando Rielo. Todos pudimos compartir las impresiones recibidas durante el cóctel que siguió a la ceremonia con especialidades españolas, mientras que Marie-Lise Gazarian dedicaba su libro a los participantes.