Recordando el momento de la muerte de Cristo en la cruz, el dr. Riccardo Colasanti, misionero Idente, y decano de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), en México, invitó a los cientos de nuevos médicos que se graduaban en la UPAEP el pasado 25 de noviembre, a cultivar la virtud de la esperanza; a vivir y a darles a sus futuros pacientes la “virtud espiritual de la esperanza”, como lo hizo Cristo hasta el último momento de su vida terrenal. Cristo, poco antes de expirar en la cruz, ante el dolor de su madre y del discípulo que tanto amaba, da esperanza y vida nueva a ambos: “mujer, aquí tienes a tu hijo; hijo, aquí tienes a tu madre”.
“Un médico que es santo es como otro Cristo entre nosotros. Que nos ayuda en nuestras heridas, que nos sostiene en nuestros dolores”, decía. En esta “última cátedra”, el dr. Colasanti deseó a todos los médicos quel les caracterice la virtud de la humildad. Les invitó a ser humildes, y a “mantener pura su mirada ante la vida; de la que sabemos poco, y que, como médicos, nos exige demasiado”.
Cientos los médicos que se graduaron en la UPAEP, y que, dentro de poco, comenzarán a ejercer su vocación. “Nosotros superaremos dificultades y fatigas, pero siempre iluminados por una fe en la vida. Nosotros somos enemigos de la muerte. Somos caballeros de la vida, contra la muerte!”, decía Riccardo Colasanti, misionero idente. Concluía: “los médicos tenemos que dar esperanza siempre. ¡Siempre! En la esperanza nos bañamos, y con ella comenzamos a salir de la crestas de la desesperación, de las cavernas de la soledad y de la derrota!”