El sábado, 25 marzo, se celebró en la parroquia de Santa Bárbara de Santa Cruz de Tenerife, regida por los misioneros identes, un Motus Christi impartido por nuestros hermanos José M. López, Juana Sánchez-Gey y Ascensión Escamilla, que se encontraban en la ciudad por el curso sobre Humanidades que acababan de impartir en la Universidad de La Laguna conjuntamente con la Fundación Fernando Rielo.
Nuestros hermanos Juana y José María impartieron conjuntamente una charla sobre las bienaventuranzas como camino de santidad. Juana se centró en la parábola del sembrador a raíz de la cual expresó que sin fe no podemos vivir ni puede fructificar la semilla. La fe es un don de Dios pero cada uno tiene que poner de su parte y abrir su inteligencia al don. En otras palabras, la inteligencia tiene que estar abierta a la generosidad.
A la semilla que cae en un pedregal le faltó la esperanza, pues la esperanza arraiga y echa raíces. Por eso la esperanza conlleva el don de la fortaleza y hace que arraigue la fe. La semilla que cae entre zarzas ejemplifica nuestra capacidad de unión y, a veces, nos unimos equivocadamente a la seducción del mundo y de la riqueza, que nos separan de Dios.
La semilla que cae y da fruto somos cada uno cuando vivimos el amor. El que ama es el que se acerca a Cristo para ser curado. Cristo solo nos pide que le amemos, luego vendrán la fe y la esperanza. Y que nos amemos los unos a los otros.
Por su parte, José María explicó qué significa llevar el evangelio en el bolsillo. A Cristo hay que llevarle con nosotros. Hay que convivir y disfrutar de esa presencia divina en nosotros en un auténtico espíritu de familia.
Hay que profundizar para no caer en rutina o en superficialidad. Cristo viene a romper esa dinámica, no a traer una ética. Hay una diferencia entre ética y ascética. A la luz de la parábola del joven rico dijo que todos tenemos algo a lo que renunciar y eso justamente es la penitencia, no solo dejar de comer sino el ayuno de nuestras pasiones. En suma, José María invitó tener una experiencia íntima de Dios lo cual tiene tres notas: alegría, libertad y paz.
Finalmente, José María recordó las palabras del Papa Francisco sobre ser una Iglesia en salida. Todos tenemos que salir con la oración, la palabra, el ejemplo. Ofrendar todo lo que nos ocurre y ofrecer el dolor es nuestra mejor oración.
Tras la charla se celebraron comunidades y tras ello la Eucaristía. El nutrido grupo de participantes terminaron muy agradecidas por la riqueza que había supuesto para ellos y el clima de familia que habían experimentado.