En la parroquia Saint-Pierre de Montmartre, Brune y Amicie, 11 y 12 años, animaron ese domingo con entusiasmo y generosidad. Sus voces y el sonido de los tambores puntuaron la misa celebrada por nuestros hermanos Justo, Paul y Patrice. Otros niños participaron con entusiasmo en esta liturgia: Jules leyó la segunda lectura, que había preparado concienzudamente con su madre, mientras que Pierre, Joseph y Victoire se ofrecieron para leer la oración universal. Al final de la misa, seis jóvenes, futuros confirmados, se acercaron para recibir, de manos de nuestro hermano Jean, su cuaderno de preparación para la confirmación. Los niños del catecismo recibieron de los jóvenes de la capellanía, una “orden de misión del mes”. Los jóvenes reflexionaron sobre esta misión basándose en el Evangelio del día. Así que para el mes qui viene, los niños y ellos-mismos se comprometen a orar todos los días, y sin desanimarse, siguiendo el consejo de Cristo cuando nos dijo que “es con vuestra perseverancia que conservaréis vuestra vida”. ¡Una hermosa misión, que también estamos invitados a vivir!
