Cuando en los Estados Unidos se celebraba el día del obrero, algunos jóvenes de PUJ de Nueva York, aprovechando el maravilloso día, salieron de excursión. La marcha duró una hora y media, por lo que aquellos con menos experiencia pudieron aprender de los caminantes más veteranos, en medio de una conversación en la que cada uno compartía sus ocupaciones y sus aspiraciones para el futuro, en el espíritu del Parlamento Universal de Jóvenes, que para muchos era algo nuevo. Al alcanzar la cima pudimos contemplar desde allí el rio Hudson. Vivimos en primera persona aquello a lo que nos invitaba Fernando Rielo, fundador de los misioneros identes y del PUJ: “Mirad la tierra desde el cielo”. Para “romper el hielo”, los jóvenes del PUJ habían preparado una dinámica en la que compartían sus experiencias, presentando lo que el PUJ significaba para ellos, e invitando a todos los presentes a participar en esta emocionante experiencia de aprendizaje y crecimiento. Se hizo también una demostración de lo que podría ser una sesión del PUJ, y con ello surgió un interesante dialogo que nos dejó con ganas de más. Fue un día extraordinario. Al regresar tuvimos la sensación de que era la primera vez que recorríamos el camino. Y es que, efectivamente, no éramos los mismos al volver que al subir.
