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Descubrir y compartir la poesía mística: “Lo inefable en la palabra”

El pasado 29 de abril se presentó en el Aula Fe-Cultura del Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA), en Zaragoza, el seminario-taller de poesía mística titulado “Lo inefable en la palabra”. Una propuesta de la Fundación Fernando Rielo, con periodicidad mensual, que fue introducida por el director del centro, Francisco Génova, y presentada por Ascensión Escamilla y Luis Casasús, presidente de la Fundación y de los Misioneros Identes.

La sesión se abrió con un homenaje al Papa Francisco, quien en diversas ocasiones ha recordado el valor de la poesía en la educación de la sensibilidad, y la misión de los artistas: no solo crear belleza, sino también “revelar la verdad, la bondad y la belleza en los pliegues de la historia” y “dar voz a quien no tiene voz”.

 

LO MÍSTICO ESTÁ PRESENTE EN CUALQUIER PALABRA LLENA DE VERDAD

Luis Casasús planteó una concepción amplia de la poesía mística, que no se encierra en los grandes nombres —como San Juan de la Cruz o Santa Teresa—, sino que se abre a todo texto donde aparezca el misterio. Incluso sin intención explícita, la poesía auténtica toca lo inefable. Casasús puso como ejemplo la letra de la canción Ojalá, de Silvio Rodríguez, para ilustrar cómo lo místico puede brotar donde hay verdad, desnudez y belleza, aunque no se nombre directamente a Dios.

En este sentido, se habló de dos niveles de poesía mística, según Fernando Rielo: una forma plena, en la que se expresa la unión con Dios con dominio literario; y otra más general, donde se da voz al corazón humano que busca, que no se conforma, que tiembla y que aspira a lo más bello.

 

LA POESÍA MÍSTICA: UN ACTO DE GENEROSIDAD

Una de las afirmaciones que más sorprendió a los asistentes, fue  que todos tenemos la tarea de compartir nuestra vida interior. No se trata de ser poetas profesionales ni místicos consumados. Se trata de no quedarnos con lo más valioso guardado, de no privar al otro de esa palabra única que solo nosotros podemos pronunciar.

Compartir la propia interioridad —lo que nos quiebra, lo que nos sostiene— es un acto de generosidad y también de justicia. Una forma de resistencia frente a lo superficial. Luis Casasús lo expresó no solo con ideas, sino también con el ejemplo: leyó un poema escrito para la ocasión, que cerró el acto con la luz discreta de lo verdadero.

A continuación el poema de Luis Casasús:

Nota a pie de página

En letra pequeña, a pie de página

como una luz humilde y necesaria

en medio de la noche,

y que todo lo cambia.

En un libro invisible por milenios,

cubierto con el polvo del olvido

acostumbrado a esperar

como un campo baldío.

Estaba tu palabra

respirando silencio

segura de la muerte de la muerte,

de la victoria limpia del misterio.

Luis Casasús