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Representantes de cinco confesiones religiosas se encuentran para compartir su propia riqueza. Puebla, México

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Ha sido un honor haber podido compartir el aporte de Jesucristo a la humanidad, y mi experiencia en nuestra misión de México junto con un judío, un musulmán, un sacerdote anglicano y una mujer de la comunidad bahai de México”, decía Belén Castaño, misionera idente. El encuentro entre las diferentes confesiones religiosas tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Puebla, y fue organizado por la Secretaría de Cultura del estado de Puebla y la Dirección de Asuntos Religiosos a nivel federal.

Cada representante compartió con los demás la aportación de la propia tradición religiosa a la riqueza cultural y social de México. Como representante de la Iglesia Católica, Belén destacó cómo, más allá de la acción de la Iglesia en el ámbito de la educación y de la salud, Cristo aporta una nueva concepción del ser humano como ser místico, sagrado, digno de la cercanía y de la intimidad del mismo Dios, que da forma a todo nuestro actuar, y a nuestras relaciones con los demás. Desde esta propuesta de Jesucristo podemos contribuir concretamente a la paz. Hoy resuenan sus palabras de forma particular: “Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como la da el mundo”.

Fue un encuentro de diálogo importante, que ha creado nuevas vinculaciones entre las distintas confesiones religiosas para la construcción de paz: “las religiones deben ser un factor de paz y de unidad para México y para el mundo”, decía uno de los participantes.

Belén Castaño, misionera idente española, llegó a México en julio de 1994. Desde agosto de ese año trabaja en la Universidad Iberoamericana de Puebla, de los jesuitas, en el área de Reflexión Universitaria, área de formación humanista que cruza el curriculum de toda las carreras.