Fe, Comunión y Esperanza en el Corazón de la Iglesia
“Los carismas y sus fundadores son un don de Dios para la Iglesia”. Con estas palabras, Rosario de Rivas, superiora provincial de las Misioneras Identes, resumió el espíritu del Precongreso de Vida Consagrada, celebrado el sábado 9 de agosto en las instalaciones del Centro de Convenciones de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). Un encuentro que reunió a cerca de 60 religiosos y religiosas de distintas congregaciones de la ciudad y provincia, convocados por la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos de Loja (CER), en un clima de oración, reflexión y fraternidad.
La jornada se abrió con un momento de animación y oración a cargo del P. Jorge Montagna, dando paso a la primera conferencia: “La Virgen de El Cisne y la Vida Consagrada”, impartida por el P. Nilo Espinoza. Su exposición ofreció un recorrido histórico sobre la devoción a la Sagrada Imagen de la Virgen de El Cisne, resaltando su aparición a la niña Angelita Cuchumbo, la promesa de protección y la profunda huella que esta advocación ha dejado en la identidad religiosa y cultural de Loja desde el siglo XVI.
Más tarde, el P. Jhon Castro presentó la conferencia “Vida consagrada, signo de paz y esperanza”. En ella recordó que la vida consagrada está llamada a irradiar la paz de Cristo, alertando sobre las actitudes que debilitan la comunión y subrayando la importancia de la oración como fundamento de toda misión y fraternidad.
Por la tarde, el P. Geovanny Campoverde, Vicario de la Diócesis de Loja, desarrolló el tema “Vida consagrada y los desafíos de hoy”, centrado en cinco ejes: el sí generoso al llamado de Dios, el acompañamiento vocacional, la integración en la pastoral diocesana, la vitalidad de la vida comunitaria y la respuesta a los retos contemporáneos, entre ellos el uso responsable de la tecnología y de la inteligencia artificial.
Las conclusiones del encuentro destacaron la riqueza de la diversidad carismática y la unidad en la misión común, recordando que la vida consagrada no pierde vigencia, sino que sigue siendo un testimonio vivo del amor de Cristo en el mundo. La jornada culminó con la celebración de la Santa Misa, signo de comunión y envío, para que cada congregación continúe su misión como puente de paz y esperanza en la sociedad.
Puedes revivir el evento aquí:
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