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Dios en lo cotidiano: así se vivió el Motus Christi doméstico en Santo Domingo

“Encontré un nuevo hogar… y allí me encontré con Dios”. Estas fueron las palabras con las que algunas adolescentes describieron su experiencia durante el Motus Christi doméstico, realizado del 11 al 13 de abril en Santo Domingo. Un espacio donde no solo compartieron charlas y reflexiones, sino que vivieron momentos profundos de fe, convivencia y alegría.

Desde su llegada, sintieron abiertas no solo las puertas de una casa, sino también las de un corazón dispuesto a acogerlas. La generosidad y calidez de los misioneros y misioneras identes les hizo sentirse en familia: “Me voy sorprendida de ver cómo se ayudaban unas a otras en las diversas actividades, y el tiempo que nos han dedicado”, comentó una de las jóvenes, con una sonrisa que reflejaba gratitud.

Durante esos días, muchas descubrieron que se puede encontrar a Dios en cualquier momento y actividad del día: en los gestos cotidianos, en las miradas, en las risas compartidas, en el trabajo en equipo y en el servicio desinteresado. Eso es santidad vivida. Otra joven expresó: “Se siente que Dios estuvo entre nosotros. A nuestro Padre lo encontramos en las pequeñas cosas que hacemos con alegría y amor.”

Este Motus Christi doméstico no solo marcó la vida de las adolescentes. La alegría e inocencia que trajeron transformó también el ambiente de la residencia. Se generó un clima de fraternidad en el que cada una, desde su autenticidad, se sintió escuchada, valorada y amada.